El comienzo es lo más duro

Mareos, náuseas, vómitos , somnolencia, hambre, desgana, ascos, mal humor…  El inicio del embarazo puede ser apacible o bien acompañarse por uno o varios de estos incómodos síntomas. Las hormonas que se segregan para mantener el embarazo provocan cambios en el organismo de la madre que explican ese típico malestar.

 

Es muy habitual notar tensión y dolor en la mamas así como un aumento del tamaño de los mismos; sin duda un preludio de los cambios que preparan la lactancia. También es típico tener que ir muchas veces al lavabo, ya que el crecimiento del útero presiona la vejiga, impidendo el llenado completo de la misma.

 

Algunas mujeres no presentan ninguno de estos síntomas o los presentan de manera leve. Sin embargo hay madres que pasan un pequeño calvario con las náuseas, llegando a aborrecer alimentos que antes eran de su agrado. No hay que forzar las cosas; sabemos que hay que hacer una dieta equilibrada, pero cuando las náuseas atacan nos tenemos que conformar con ir comiendo lo que podamos y lo que el cuerpo admita. En general es aconsejable comenzar por alimentos sólidos de sabores neutros ni fríos ni calientes ( galletas, tostadas, manzanas) y evitar los purés y las sopas así como los olores fuertes en la cocina. Puede ser de ayuda recurrir a algunas bebidas gaseosas para calmar el estómago en esta fase.

 

Cuando los vómitos empiezan a ser demasiado frecuentes podemos entrar en una situación patológica llamada hiperemesis que, en pocas ocasiones, pude requerir ingreso en el hospital para alimentar a la madre y darle medicamentos.

 

Todo lo que sería raro en otro momento es normal en las primeras semanas de embarazo. Los pinchazos en la parte baja del abdomen van a estar presentes durante toda la gestación debido a la presión de los ligamentos uterinos; la progresiva deformidad de la espalda nos traerá también algunos dolores lumbares bastante incómodos. Por no hablar de las temidas varices provocadas por el aumento de presión en las venas.

 

Hay una cosa que nunca debe considerarse normal en las primeras semanas: el sangrado vaginal. Le hemos dedicado unos cuantos artículos. Ya sabéis que, aunque bastante frecuente, siempre deberemos verificar que no nos encontremos delante de una amenaza de aborto u otras complicaciones.

 

Los síntomas que acompañan al embarazo van a empezar a decaer en el segundo trimestre del embarazo. Otra cosa curiosa es que suelen ser más intensos cuantos más hijos se han tenido, por ello no vale intentar comparar con el anterior: cada gestación es diferente. Si estos síntomas te están amargando el día o son demasiado insoportables, tu ginecólogo te dará consejo y tratamiento para sobrellevarlos lo mejor posible, pero es casi imposible acabar con ellos del todo: son el peaje que hemos de pagar para iniciar este largo camino.

 

Acerca de DE SALUD Y OTRAS COSAS

Médico ginecólogo , interesado en salud maternoinfantil , tecnología y ciencia en general.
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